Google Nexus 10

Hola a todos. Como algunos ya sabréis de haberme leído por Twitter, hace cuatro días me compré una tableta, la Google Nexus 10. Desde hace tiempo tenía pensada la compra de un dispositivo táctil con una pantalla mayor a la de mi móvil (el Google Nexus One, con ya dos años y medio, y con el que sigo muy contento) y que complemente al Kindle con su tinta electrónica (muy útil para leer libros, y de hecho ahora leo más, pero no para más allá de eso), pero ninguno me llegaba a convencer, ya fuese por las características o por el precio. Y es que las 3,7 pulgadas se me estaban quedando pequeñas para la lectura de algunos documentos de forma ubicua (por ejemplo, documentos en PDF de artículos en los que en ocasiones necesitaba resaltar algo o realizar algún pequeño comentario).

Desde que Google informase de la salida de una tableta bajo su marca Nexus de 10 pulgadas, y puesto que con mi móvil (el primer dispositivo Nexus) estoy muy contento, tanto en actualizaciones como en calidad/precio, decidí interesarme por él. Además, los comentarios que estaba recibiendo de los poseedores de un Nexus 7 eran muy positivos en todos los aspectos. Y la verdad, ha sacado un dispositivo que es muy bueno en papel, pero que en estos dos días de uso me está dejando aún mejor gusto: Android 4.2 es usable y bonito, el dispositivo es cómodo y también bonito, y aunque aún hay muchas aplicaciones por adaptarse a este tamaño de pantalla, se pueden usar sin problemas. Me está «enamorando» de la misma forma que lo hizo mi móvil.

De momento, la lectura de artículos en PDF con Adobe Reader, resaltando partes del texto y escribiendo anotaciones, es tan cómoda como pensaba, y creo que va a ser uno de sus principales usos. Y se puede complementar con la escucha de música, la búsqueda en la Web de ciertas cosas y con la traducción de palabras en inglés desconocidas. Y además, también pretendo conseguir escribir más cosas en mi blog, que está más abandonado que mis clases de karate (bueno no tanto…).

Por tanto, si alguno está pensando en comprarse una tablet y está dudoso, yo le recomiendo que le dé una opción al Google Nexus 10. Es un dispositivo completo, que su precio no hace justicia a sus características (399,00 €, más 9,99 € de gastos de envío), y que físicamente convence más que teóricamente.

Acceso root y funcionalidades extra para el Nexus One con Android 2.3.6

Como muchos ya sabréis, soy un usuario de un Nexus One desde hace año y medio. Desde el primer día lo he tenido actualizado hasta la última versión oficial de Android distribuida por parte de Google, siendo actualmente la 2.3.6. Muchas veces me he planteado si ser root o no ser root en mi teléfono, puesto que este privilegio es muy delicado en entornos Unix (como lo es Android al fin y al cabo), ya que otorga acceso a todo el sistema y se pueden hacer tanto bondades como maldades en él. Por otra parte, siempre he estado convencido que para conseguir este privilegio no iba a realizar ninguna modificación que no fuera más allá de un toque en el teléfono o un click desde el ordenador, conservando así el arranque y el sistema operativo lo más original y sin modificar posible.

Hace un tiempo explotaron un agujero de seguridad en Android (creo que en la rama de Froyo) con el cual, desde una aplicación llamada z4root, se podían conseguir privilegios de administrador. Me arriesgué y lo realicé con éxito. En su momento no le vi muchas ventajas a eso de ser root, pero pude comprobar que el control que se tiene para conseguir privilegios de administrador es bastante convincente con Superuser, pudiendo aceptar o denegar dicha elevación de permisos para cada aplicación que lo requiere.

Tras la actualización a Gingerbread, perdí esos privilegios (quedándose, por otro lado, instalada la aplicación de Superuser como aplicación del sistema, por lo que sin opción a desinstalarla… bastante molesto). Nunca los había echado en falta, puesto que tenía la libertad de instalar y utilizar todo lo que necesitaba… hasta la versión 2.3.6. En esta versión metieron la pata por algún lado (no sé si errores software o restricciones más elevadas), pero hubo dos problemas que me limitaron:

  • La aplicación Galería, para ver y editar las fotos y vídeos, dejaba de tener la opción tan útil como es el pinch-to-zoom para acercar y alejar la imagen haciendo el gesto de pinza.
  • La aplicación Música, la cual se actualizó en Honeycomb (3.0.1) y Ice Cream Sandwich (4.0.9) con la opción de poder escuchar en streaming y sincronizar la música propia disponible desde la nube por el nuevo servicio Google Music, no podía ni actualizarse ni volver a instalarse, por lo que se volvía a la versión de «fábrica» sin esta opción.

Por tanto, desde ese día estuve esperando que hubiese algún modo de realizar el famoso root al Nexus One… ¡y ayer finalmente lo conseguí! Apliqué el script indicado en esta página y tras un reinicio conseguí tener privilegios de administrador. Y con ello, pude realizar los cambios pertinentes en el sistema (siempre con cuidado de no cagarla, que son los riesgos de tener acceso root), consiguiendo instalar la aplicación Google Music 4.0.9 y activar el pinch-to-zoom en la aplicación Galería.

¿Cómo conseguir tener Google Music 4.0.9?

Pues el proceso que seguí no deja de ser una modificación de la distribución oficial del sistema operativo en donde se tocan partes muy delicadas que están protegidas. Puesto que esto no es un tutorial, sino una guía que puedan seguir aquellos que sepan cómo hacerlo (por tanto, si no sabes cómo hacerlo, NO lo hagas), los pasos son los siguientes:

  1. Accedí con la aplicación ConnectBot a la consola local del sistema operativo y conseguí privilegios de administrador.
  2. Remonté la partición de /system con permisos de escritura.
  3. Hice una copia de seguridad de la aplicación de Google Music en /system/app (ficheros MusicGoogle.apk y MusicGoogle.odex).
  4. Copié el fichero descargado de Google Music 4.0.9 en el mismo lugar renombrado como MusicGoogle.apk y borré los datos de la aplicación.
  5. Volví a remontar la partición de /system con permisos de śolo lectura.
  6. Arranqué la aplicación desde el menú y comprobé que estaba actualizada 🙂

Como podéis ver, si la partición /system está protegida con la opción de sólo lectura es porque es una partición que contiene datos muy delicados. Así mismo, si no se tiene cuidado con los ficheros de la aplicación de Google Music, puedes llegar a perder esta aplicación del sistema.

¿Cómo conseguir tener pinch-to-zoom en la Galería?

Como en el caso anterior, los pasos seguidos modifican partes muy delicadas del sistema operativo. Los pasos que seguí (obtenidos de aquí) fueron los siguientes:

  1. Accedí con la aplicación ConnectBot a la consola local del sistema operativo y conseguí privilegios de administrador.
  2. Remonté la partición de /system con permisos de escritura.
  3. Accedí a la ruta /system/etc/permissions e hice una copia del fichero android.hardware.touchscreen.multitouch.xml con nombre android.hardware.touchscreen.multitouch.distinct.xml.
  4. Con «vi» (gran aplicación que tienen hasta nuestros Android instalada), modifiqué el XML para que el sistema operativo pudiese leer la línea «android.hardware.touchscreen.multitouch.distinct» , que es el permiso que cambiaron en la aplicación Galería y que otorga esta opción, por lo que borré las anteriores en el fichero que copié y añadí esta en este fichero separado. Al final acabarán leyéndose y cargándose las opciones para estas tres líneas (las del fichero que copié y la nueva), que es el objetivo.
  5. Volví a remontar la partición de /system con permisos de śolo lectura.
  6. Reinicié el teléfono y pude comprobar que la aplicación Galería volvía a tener pinch-to-zoom 🙂

En este caso se están otorgando funcionalidades para las que el Nexus One no está al 100% preparado, pero que sí las soporta, como es la opción de poder interactuar en la pantalla táctil con dos o más dedos (sin la coletilla «distinct» sólo te otorga soporte hasta dos dedos, que es lo que el Nexus One permite). Pero ya que cambiaron los requisitos de la aplicación Galería en esta nueva versión, y puesto que anteriormente funcionaba perfectamente, nunca viene de más sobrevalorar el hardware que tenemos. De momento, la opción pinch-to-zoom del resto de aplicaciones funcionan, si cabe, mejor.

Y ya de paso también instalé una aplicación para realizar capturas de pantalla, que nunca viene mal 🙂

Las dos formas de respuesta a una crítica

Cada vez estoy más convencido de que existen dos clases de personas con respecto a la respuesta que realizan ante una crítica:

  • Las que se defienden argumentando su opinión frente al resto para que la entiendan y respeten.
  • Las que se defienden atacando al contrario e intentando hacer daño o dejarle en ridículo y así «ganar».

Yo soy de las personas que intentan, ante todo, comportarse siguiendo el primer punto: defender tu idea en una confrontación para que el resto acabe respetándola (aunque quizás no compartiéndola). Pero es complicado realizar esta tarea si con el que estás discutiendo se aferra fuertemente al segundo punto. Cuando tú intentas defender tu idea, pero por el otro lado estás recibiendo críticas hacia tu persona, y además ofensivas o intentando dejarte en ridículo frente al resto, es cuando decides tomar parte en ello y empezar a atacar. Bueno, antes solía hacer esto; ahora lo que suelo hacer es pasar del tema. Por experiencia y por recomendación sé que es mejor.

Desde aquí yo recomiendo a todo el mundo que, si estás en un enfrentamiento con personas a las que tienes cierto aprecio (familiares, amigos, conocidos…), escojas el primer punto antes que el segundo, te irá mejor en la vida. Y es que es mejor solucionar un enfrentamiento si intentas defender tu postura sin hacer daño a nadie, que si atacas y hieres al contrario, ya que cuando hieres se añade un problema más: el daño verbal. Y en eso hay que esperar a que se pase con el tiempo para que se pueda perdonar, ya que muchas veces -no todas-, aún pidiendo perdón, no se consigue perdonar (aunque ayuda a que el tiempo pase más deprisa).

Y sí, sé que mucha gente dirá «es que yo no puedo cambiar, mi forma de ser es así» o «yo tengo un genio que no hay quién lo cambie», pero yo sé que todo el mundo puede aprender a cambiar, al igual que todo el mundo puede aprender a leer y escribir con 80 años. Es una capacidad humana que nadie nos puede quitar: aprender.

Y tú, ¿qué clase de persona eres? ¿Y qué clase de persona te gustaría ser? Yo ya lo he decidido: de las del primer punto.

¿Presentación telemática? Aún no…

Al igual que el mes de mayo es el mes de las flores, para mí el mes de septiembre es el mes de la vuelta al cole, el mes del fin del verano, y el mes de la cuesta de septiembre (y como dice mi madre: si tienes hijos, mucho más dura que la famosa cuesta de enero).

Una tarea que se hace en septiembre, si eres universitario, es la matrícula de este nuevo curso. La Universidad de Valladolid, en este caso y si no es tu primer año, dispone de un sistema de automatrícula por Internet. ¡Bien! No tengo que desplazarme, y no tengo que rellenar a mano y con buena letra unos cuantos papeles. Al ser mi séptimo año y con una sola asignatura al frente, no me preocupo por el número de plazas, por lo que puedo matricularme cuando el sistema no esté colapsado. Y es que, la experiencia de otros años cuenta: el segundo año de carrera no tuve plazas en la asignatura de libre elección que quise por no matricularme nada más abrir el sistema; el tercer año de carrera tuve que estar una hora matriculándome porque el sistema te expulsaba si no había actividad en X minutos, aunque lo que más tiempo me llevó fue conseguir un puesto, ya que siempre me salía el mensaje de «número máximo de usuarios permitidos».

Al realizar la matrícula, señalé la opción de solicitar la beca del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte (MEPSyD), o como se la conoce de siempre, la beca del MEC. Esto me recordó que tenía que solicitar la beca, ya que siempre viene bien una ayuda económica, porque por lo menos en mi casa los sueldos cada día dan para menos, y más este año donde a mi padre le han rebajado el 5% del sueldo por ser trabajador de la Administración Pública (y no, no es funcionario).

Vale, sé dónde hay que pedirla, es la misma página web de todos los años. Recuerdo que hace poco enviaron un correo electrónico indicando que este año el sistema se modernizaba aún más. Entro y… ¡bien!, tengo la opción de poder presentarla telemáticamente, sin moverme de casa. Gracias que en su día pedí el certificado digital para poder realizarlo. Procedo a rellenar toda la información, y al final, me piden que adjunte los documentos requeridos subiéndoles a la plataforma. Pero… perdona, ¿por qué me solicitan un documento que tiene que rellenar mi centro de estudios? ¿Esos datos no están ya telemáticamente? En la solicitud tenían todos mis datos, y entiendo que tenga que presentar y firmar (mi duda siempre está en ¿valdrán las firmas digitales en estos casos? La Ley dice que sí, pero…) ciertos papeles donde dé permiso para tratar mis datos. Pero, ¿cómo es que no pueden tener o acceder a mis datos académicos si están registrados en una administración pública como es la Universidad de Valladolid?

Bueno, pues decido escribir un correo electrónico (todo digital, para no gastar papel ni desplazarme) a la Secretaría Administrativa de la E.T.S. de Ingeniería Informática, solicitando si es posible que me envíen este documento rellenado, ya sea en soporte físico o en soporte digital. Pero su respuesta me sorprende. Bastante. Me contestan que no, que ellos no me van a dar ningún papel bajo ningún concepto. Les insisto en que voy a presentar la beca de forma telemática, y me dicen que eso no es posible hoy en día. ¿Cómo? Si lo pone en la página web del MEPSyD. Y menos mal que estamos en una E.T.S. de Ingeniería Informática… aunque no me extraña nada viendo los «avances» que tenemos en nuestra escuela y los AVANCES que hay en otras (pago de fotocopias y cafetería con la tarjeta monedero de la UVa, identificación en los ordenadores con la tarjeta de la UVa, etc.).

En resumen, que me toca ir a la página web del MEPSyD, cancelar todo el proceso que tenía abierto para la presentación telemática (sólo estaba a falta de ese documento que me podían haber enviado por correo electrónico), imprimir los papeles de la beca, desplazarme para que toda mi familia firme esos papeles para dar su consentimiento, desplazarme de nuevo a la Secretaría Administrativa para presentarlos, y que luego ellos se encarguen del resto. Con lo fácil que hubiera sido que me diesen ese documento… pero bueno, parece ser que aún promocionamos desde ciertas administraciones públicas el gasto de papel y el gasto de tiempo. ¿Será la venganza por la bajada del 5% del sueldo? ¿Será por la vagueza de no tener que pedir información de una administración a otra? Y es que queremos ser 2.0, pero si aún siguen existiendo procesos 1.0, el downgrade a 1.0 hay que realizarlo a todo el proceso. Y eso, como informático, me pone muy triste, y lloro :'(

50 años de… un piso que se pueda pagar

Tras ver el documental 50 años de… un piso que se pueda pagar que han dado después de la serie Águila Roja en La 1, me ha entrado la curiosidad de consultar el artículo de la Constitución Española de 1978 que detalla el aspecto relativo a la vivienda:

Artículo 47.

Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.

La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.

No sé vosotros, pero yo creo que los poderes públicos no están haciendo muy bien su trabajo, ya que como decían en el documental, en un recopilatorio de titulares de los telediarios de televisión, la vivienda ha subido 4.5 puntos más que los salarios de los españoles. Creo que eso no es promover las condiciones necesarias ni establecer las normas pertinentes para hacer efectivo el derecho de una vivienda digna y adecuada.

Quizás, y tal como está actualmente la política española, deberían recordar lo que dice el artículo 47 de nuestra Constitución y actuar en consecuencia, aunque eso suponga más trabajo para el Ministerio de Vivienda. También hay paro, quizás hasta se mataban dos pájaros de un tiro.