Fiestas de Aranda 2008 (V)

Ya ha pasado el domingo 21 de septiembre, ya se ha acabado las Fiestas de Aranda 2008. Puedo resumir que estas fiestas han sido más atípicas de lo normal por:

  1. Algunos socios, como es mi caso, de la peña «El Jarro» no han acudido a los toros, lo cual hace que sean unas fiestas más sosas (otros socios fueron con abonos de otras peñas, lo cual muy mal por su parte porque si se vota que la peña como asociación no va, debería respetarse la decisión).
  2. He tenido demasiado tiempo libre a causa de no tener exámenes en septiembre. Es un alivio, pero acostumbrado a estudiar, hacer exámenes y estar de fiesta, como que me ha faltado algo.

Ahora, para mí, han sido unas buenas fiestas con conciertos de calidad y bastantes actuaciones para gente de todas las edades. Se nota que Aranda está subiendo de nivel y puede permitirse unas fiestas más completas.

Sólo me ha faltado comentar los dos últimos días: sábado y domingo. El sábado fue más o menos como cualquier otro día de fiestas: hubo una comida en la peña para todos los socios; hubo toros para la gente que fue; hubo bajada de los toros sin ir a los toros como es mi caso, hubo cena en la bodega para todos los socios (pack completo, comida y cena); y hubo verbena amenizada por la orquesta Musicalia, la cual fue bastante divertida ya que hacían mucho el tonto. El domingo fue más tranquilo, lo cual es bueno ya que vienes de una semana de fiestas y al día siguiente hay que trabajar. Partiendo de algunas pocas actuaciones, lo que más hizo la gente fue ver a los moros (sin tono despectivo, se les llama así aquí) y a las barracas, para ver finalmente la traca en la Plaza Mayor, bailando el Baile de la Rueda y algunas jotas.

Ya sólo decir que para otro año, los que más cerquita estéis de Aranda, busquéis un hueco y asistáis a las fiestas, que creo que no os van a decepcionar y váis a pasar un rato cojonudo.

Ahora a empezar la vida rutinaria…

Fiestas de Aranda 2008 (II)

Otro día de fiestas en Aranda. Hoy domingo, el día de la función. Aunque la tradición nos manda ir a misa por la mañana y luego dar una vuelta por el centro hasta la hora de comer, creo que en todos los años de mi vida sólo ha ocurrido en una o dos ocasiones. Siempre, después de empezar las fiestas fuerte, y más cuando toca algo de frío por la noche, gusta quedarse en la cama justo hasta la comida (ya puesta y servida, por supuesto).

Después, lo lógico hubiera sido ir con prisas para la corrida de toros, pero como el ayuntamiento es un cagao y el empresario un mafioso existen algunos problemas con la legalidad de la plaza, este año no toca, respetando la decisión votada por nuestra peña de no ir a los toros (aquí es el momento de decir que el empresario da a la peña abonos, es decir, todas las entradas de las corridas, por un precio «módico»). Así que tardes tranquilas nos esperan.

Pero ahí está la noche, que tras la bajada de los toros sin haber ido a los toros, encontrarme con Rubén y cenar en la bodega de la peña -unas mesas y bancos bajo la luz de la luna en pleno centro de Aranda-, se acude a los actos que el Ayuntamiento nos ofrece: concierto y verbena. En esta ocasión, el concierto gratuito era de Pignoise (domingo 14 de septiembre, 23:45 horas, Centro Cívico); llegamos a dos putas canciones un poco tarde porque la cena se alargó, pero sirvió para hacernos una idea de ellos: un directo bastante bueno, donde la batería y la guitarra eléctrica eran idénticas -misteriosamente idénticas- a las del disco y la voz sonaba genial. Se puede decir que es de los recomendables. Tras acabar es cuando vas a la verbena en la plaza, siempre en el puto descanso, que con algo de miedo llegas pensando si sonará bien o mal. En este caso, una orquesta llamada Golden, no nos decepcionó y sonaba bien, siendo ciento y la madre (unas 16 personas entre músicos y cantantes). Nos entretuvo un ratillo hasta que el cansancio del día llega pidiendo casa.

Ahora, aquí y a estas horas, preparándome para irme a dormir, ya estoy pensando en lo genial del día siguiente de fiestas y esperando que el resto de Aranda se lo esté pasando bien. Y los que no estén aquí (muchos, lo sé), pues que se animen algún año y vengan, que seguro que no les decepciona. ¡Y felices fiestas de nuevo!

Fiestas de Aranda 2008 (I)

Creo que estas fiestas son las primeras en cuatro años en las que no tengo ninguna preocupación más que la de levantarme por la mañana y divertirme por ahí. Eso de tener ya la matrícula hecha, tener todos los exámenes «en regla», haber dejado el proyecto aparcado para octubre y no tener un trabajo al que acudir, hace que las fiestas arandinas sean más tranquilitas (dentro de lo que cabe).

Para los que no sepan sobre nuestras fiestas locales, decir que son en honor a Nuestra Señora la Virgen de las Viñas, empiezan el segundo domingo de septiembre y duran toda la semana (por lo que este año se celebran del 13 al 21 de septiembre) y cada año el ayuntamiento y otras asociaciones hacen más amenas las fiestas, con más actividades y actuaciones de mayor calidad.

De momento, este año hemos empezado con el concierto de Amaral (viernes 12 de septiembre, 22:30 horas, Recinto Ferial) el cual estuvo muy bien, ya que Eva tiene una voz en directo fascinante y la acústica de los instrumentos es fabulosa. Actuaron en un escenario enorme, junto con una iluminación muy lograda y un ambiente agradable, que hacían que los poquitos grados centígrados de una noche burgalesa pareciera más acogedora. No sabría cuantos asistentes seríamos, por miles se podrían contar y apurando quizás hasta diezmiles. En resumen, es uno de los conciertos-gira de los que se puede asistir sin arrepentirte de haber pagado por ello; también recomendables de los que ya actuaron en Aranda y a los que haya asistido son «El canto del loco» y «David Demaría» (este último también logra captar al púbico con su voz).

Como no, estas fiestas también han continuado en la mañana siguiente con el cañonazo ¿limpio? que nos anunciaba el inicio oficial de las fiestas patronales, aunque no puedo decir más ya que no asistí (la cama me sedujo y tuve que quedarme en ella). Posteriormente, para honrar a nuestra patrona, una tarde de ofrenda de flores en la ermita, donde todos los arandinos la agradecemos su estar. Y finalmente, la primera cena en la bodega de la peña «El Jarro», esa roja-blanca-negra en la que estamos toda la familia y 200 personas más, para irnos a la verbena amenizada por Odessa, nuestro grupo local del que todos deberían tomar ejemplo.

Y para mañana más… ¡a seguir disfrutando de las fiestas, hasta que el cuerpo resista!