Un viaje complicado y gente muy generosa

Hoy me encontraba en Valladolid preparado para salir para mi ciudad natal, Aranda de Duero (Burgos), ya que tenía que recoger varias cosas que tenía pendientes desde navidades, pero recibo una llamada al mediodía de mi padre: «mira a ver que aquí en Aranda esto se está poniendo malísimo, está cayendo una nevada de las que no se veían en años«. El caso es que en Valladolid, ni un copo. Quizás eso fue lo que me animó.

Me informé a través de la DGT y vi que las carreteras estaban en alerta naranja (circulación regular). Lo que no leí fue que dicha «circulación regular» es una en la que te patina el coche, has de llevar cadenas (con el consiguiente problema de saber ponerlas), vas máximo a 60 km/h, hay camiones y coches cruzados en la carretera y tirados en los arcenes, y tardas más de tres horas en un viaje que se hace en una hora. Eso me pasa por no dar al tan valioso enlace [+ ver más].

Salí a eso de las siete de la tarde de Valladolid por la carretera VA-140 (la que va a Renedo de Esgueva). Todo empieza bien, algún pequeño resbalón sin problemas, pero después de 30 km todo se pone horroroso. Es cuando empieza a haber gran nieve, problemas al circular, camiones cruzados… todo eso que dije antes. Ya no sabía si seguir (me quedaban 70 km) o dar la vuelta, pero veía más difícil encontrar un sitio para dar la vuelta y regresar que seguir. Así que seguí y seguí hasta Castrillo de Don Juan que paré al quedarme solo en la carretera y estar todo más horrible aún, sin saber lo que me iba a encontrar en la CL-619.

Allí hablo con los vecinos que me ayudan a poner las cadenas al coche, ya que yo no tenía ni papa de cómo ponerlas. Lo que me pareció más curioso es que, sin conocerme de nada, me invitaron a quedarme en sus casas para pasar allí la noche, ya que tenían una cama de sobra que dejarme. Ahí descubrí que en los pueblos se sigue manteniendo esa tradición de ayudar al prójimo ante situaciones extremas. Y da gusto.

salida-portal-casa

Resumiendo, sobre las 22:20 y ya con cadenas en el coche (es la mejor maravilla que han inventado, ni se resbala, sube las cuestas genial y se puede frenar en condiciones) llegué a Aranda de Duero, el origen de la nevada según pude comprobar. Y aquí estoy, cogiendo calor en casita y escribiendo esta entrada, quizás para recordarme en futuras ocasiones que cuando nieve en condiciones, no cojas el coche si no es de extrema urgencia.