Las dos formas de respuesta a una crítica

Cada vez estoy más convencido de que existen dos clases de personas con respecto a la respuesta que realizan ante una crítica:

  • Las que se defienden argumentando su opinión frente al resto para que la entiendan y respeten.
  • Las que se defienden atacando al contrario e intentando hacer daño o dejarle en ridículo y así «ganar».

Yo soy de las personas que intentan, ante todo, comportarse siguiendo el primer punto: defender tu idea en una confrontación para que el resto acabe respetándola (aunque quizás no compartiéndola). Pero es complicado realizar esta tarea si con el que estás discutiendo se aferra fuertemente al segundo punto. Cuando tú intentas defender tu idea, pero por el otro lado estás recibiendo críticas hacia tu persona, y además ofensivas o intentando dejarte en ridículo frente al resto, es cuando decides tomar parte en ello y empezar a atacar. Bueno, antes solía hacer esto; ahora lo que suelo hacer es pasar del tema. Por experiencia y por recomendación sé que es mejor.

Desde aquí yo recomiendo a todo el mundo que, si estás en un enfrentamiento con personas a las que tienes cierto aprecio (familiares, amigos, conocidos…), escojas el primer punto antes que el segundo, te irá mejor en la vida. Y es que es mejor solucionar un enfrentamiento si intentas defender tu postura sin hacer daño a nadie, que si atacas y hieres al contrario, ya que cuando hieres se añade un problema más: el daño verbal. Y en eso hay que esperar a que se pase con el tiempo para que se pueda perdonar, ya que muchas veces -no todas-, aún pidiendo perdón, no se consigue perdonar (aunque ayuda a que el tiempo pase más deprisa).

Y sí, sé que mucha gente dirá «es que yo no puedo cambiar, mi forma de ser es así» o «yo tengo un genio que no hay quién lo cambie», pero yo sé que todo el mundo puede aprender a cambiar, al igual que todo el mundo puede aprender a leer y escribir con 80 años. Es una capacidad humana que nadie nos puede quitar: aprender.

Y tú, ¿qué clase de persona eres? ¿Y qué clase de persona te gustaría ser? Yo ya lo he decidido: de las del primer punto.

Cuando una asignatura te supera

Me encuentro a unas horas antes del examen de Control Digital, una asignatura optativa de quinto de I.T.S. Informática que he cursado este año. Creo que es el momento más deprimente de toda mi vida, incluso más que cuando salí de mi primer examen de Cálculo a la media hora de entrar, con el examen en la mano y una pregunta a medio hacer.

Cuando pedí consejo sobre la asignatura a gente que ya había cursado el segundo ciclo, ninguno supo decirme si la asignatura era recomendable o no recomendable. Ahora entiendo el porqué: a nadie se le había ocurrido cogerla. Y lo entiendo, sobre todo si vienes de I.T. Informática de Gestión, donde has visto mucha economía y gestión de empresas y poca electrónica digital.

Durante el curso me sorprendía ver tanta ecuación, tanta integral, tanta transformada (aquí detallar que en las matemáticas I, II y III cursadas anteriormente, nunca vimos transformadas, por lo que era un concepto nuevo que sigo sin comprender), tantos conceptos nuevos y raros, etc. Yo, como hombre que nunca se rinde, seguí con ella: fui a todas las clases que podía, realicé todas las prácticas de laboratorio, presenté todas las memorias de las prácticas… vamos, que currada estaba la asignatura. Incluso creía que la llegaba a entender, todos esos conceptos extraños.

Pero la hora de la verdad ha llegado. Después de currármela, estudiarla y repasarla durante todo el curso, ahora a unas horas antes del examen, sigo con el repaso final. Y sigo con él porque de los tres exámenes ejemplo que nos dejó el profesor, a ninguno llego a cinco puntos mínimos exigidos con mis respuestas. Simplemente, no sé qué me está preguntando, no sé qué responder a las preguntas, no sé nada.

Ahora creo que esta asignatura no es lo que yo creía que iba a a ser, no es lo que esperaba, no cumplió con mis expectativas… vamos, que según mi humilde opinión es difícil, fea e incomprensible. Al menos para mis conocimientos previos en la materia.

Me presentaré por eso de «a ver si aparece la Virgen» y porque creo que rendirse es de cobardes, y los cobardes no tienen sitio en este planeta (ese consejo me lo dio mi madre en un momento difícil y siempre que le aplico, me va bien). Pero, sinceramente, no creo que apruebe, que llegue a los puntos mínimos exigidos.

La buena noticia: es optativa, por lo que entra dentro del grupo de las abandonables, lo cual quiere decir que al año que viene podría matricularme de otra asignatura optativa distinta sin problema alguno. Y esta vez sí que sólo cogeré aquellas asignaturas que me recomienden, aquellas que previamente otras personas marcaron como recomendables en su lista de preferencias, que aquellas que previamente me recomendaron, fueron buena elección.