¿Dónde van nuestros impuestos?

Me voy a estrenar con mi primera entrada de opinión.

Resulta que andaba leyendo yo una noticia en un periódico digital local de Aranda de Duero cómo el PP preguntaba al PSOE -el que gobierna actualmente- que dónde iba a acabar la recaudación de 10 euros (o 20 euros para no empadronados en Aranda) que van a cobrar por las Colonias Urbanas que realizan anualmente todos los veranos. Antes no cobraban por este servicio, pero este año les ha dado por ahí.

Y yo me preguntaba:

– ¿por qué han de cobrar por unas Colonias Urbanas, que supuestamente están para aquellas personas que no se pueden pagar unas colonias privadas, si ya pagamos suficientes impuestos anualmente?

Y aquí fue cuando me dio por pensar, y me pregunté:

– ¿Y a dónde van todos esos impuestos que nos cobran si luego no vemos que hagan nada nuevo? ¿Por qué no arreglan eso que lleva roto, que no funciona, que no va desde hace tantos años?

Y es que si os ponéis a pensar, se pagan impuestos de circulación, basuras, servicio de agua, depuradora, reciclaje (ese impuesto revolucionario de Burgos para los que NO viven en Burgos capital), y venite mil más que se me olvidan, y luego vemos que hay calles que están destrozaditas por llevar más de 30 años sin arreglarse, el servicio de aguas limpias sufre fugas considerables al menos dos veces al año, las piscinas municipales llevan varios años sin abrirse porque no pasan la inspección, en el punto limpio te ponen multa si «abandonas» en la misma puerta un residuo por no haber llamado previamente y haber esperado con el trasto a tirar más de un mes, etc.

Por lo tanto, los impuestos que pagamos no van para lo que está mal y todo el mundo sabe qu está mal. Y no es por pensar mal, pero ver cómo el actual equipo de gobierno local se autosube los sueldos… Bueno, en un caso sí pensamos mal, en el impuesto revolucionario del Consistorio sobre el reciclaje, que se les escapó que iban a cobrar 45 euros al año porque no les llegaban los sueldos. Y luego que estamos en crisis…

¿Qué opináis sobre este tema? ¿Os pasa lo mismo, que no sabéis para dónde van todos esos impuestos que pagamos? ¿Que todo lo que está mal en nuestros pueblos sigue mal durante años? ¿Que es lógico tras las campañas políticas y al ser elegidos, todo aquello que criticaban por estar mal, sigue mal?

Cambio de estilo

Desde hoy creo que voy a cambiar el estilo de mis entradas. En vez de elaborar entradas largas y algo más curradas, creo que voy a contar cosas en las que pienso en algún momento y opinar algo de ellas. De esta manera podréis comentar también con vuestra opinión sobre temas que se me pasan por la cabeza.

Y es que muchas veces Twitter se me queda pequeño para comentar, las frases del Messenger ya no tienen tanto sentido, y son cosas que me gustaría contar y que por no perder el tiempo escribiendo, no lo hago.

También, pero más adelante, comentaré las cosas innovadoras o curiosas relativas a mi Proyecto Fin de Carrera, ya que me gustaría compartir esta información. Pero ha de ser más adelante, cuando tenga todo más definido y más elaborado (lo sé, ya debería estar bastante acabado, pero las prácticas y exámenes me están retrasando; y lo sé, sólo tengo dos asignaturas este cuatrimestre y una no la hago caso, pero aún así me falta tiempo).

Y bueno, ahora solo falta que lo haga, porque proponérselo está muy bien, pero hacerlo… Así tendré un blog alog más actualizado, me servirá para liberarme de muchas cosas que durante el día y la noche me comen la cabeza, y podréis saber más de mí (aunque esto no sé si es del todo bueno). Espero que os guste la idea.

Y se vuelve a repetir la historia…

Hola de nuevo, lectores y lectoras (como insta el Gobierno a que digamos).

Lo primero de todo y antes de comentar nada, me gustaría pediros perdón por no escribir tan a menudo. Y el caso es que no será por temas, ya que podría hablar de bastantes y más seguidamente, pero es que aún no he encontrado «mis ganas de hacer cosas» y el cansancio del día a día no ayuda a encontrarlas. Algún día las encontraré, ¿dónde se habrán metido?

Lo que hoy venía a comentaros es una noticia que acabo de leer en un periódico digital (Diario de la Ribera) de mi pueblo-ciudad, Aranda de Duero. Bueno, en realidad la noticia no se refiere esta vez a un acontecimiento que vaya a ocurrir en Aranda, sino que la pilla de refilón.

Poniéndonos en antecedentes

Resulta que ya hace unos años un gran empresario vino a nuestro pueblo-ciudad para decirnos que nuestra plaza de toros estaba vieja y era peligrosa. Algunos se lo tomaron en serio y apuntalaron la plaza por dentro, haciendo que el resto nos lo creyéramos (he de confesar que los hierros saliéndose de las vigas hacía su trabajo también). Así que nuestra quedirísima «La Chata», construida por todos los arandinos hace 100 años con el sudor de su frente, fue derruída.

Este empresario nos trajo un gran producto: una plaza de toros nueva, cubierta, con muchísimas localidades, con posibilidad de hacer conciertos en su interior, con unas piscinas cubiertas, con un centro comercial, con un museo, con un parking subterráneo y otro exterior, con una pista de hielo… y seguramente más cosas, demasiadas creía yo en su momento. A todos los arandinos este producto nos encantó, así que le dijimos a todo que sí y ¡manos a la obra! Nos pusimos muy contentos.

Ahora viene la realidad. Resulta que de ese producto ha quedado un aborto (no tiene otra definición). Creo que de todo lo prometido, no sé si es que se rompió el papel o se corrió la tinta, que se quedó con «una plaza de toros nueva, cubierta, con muchísimas localidades, con posibilidad de hacer conciertos»… y ya. El resto simplemente desapareció. Eso sí, al lado salieron ciertas casas pegadas a la antigua carretera N-1 (y pegadas es pegadas), una casa de guarda con demasiados pisos (lo único rectificado, olé), un ruedo que debió encoger con la lluvia (sino no lo entiendo)…

Ah, y lo más importante: la plaza de toros ya no es de los arandinos, ahora es de este señor empresario. Un convenio firmado en su momento decía que el ayuntamiento podía disfrutar de la plaza de toros, sin coste alguno, durante 12 días. Pero del dicho al hecho, hay un gran trecho, como todos podemos recordar con el concierto de El canto del loco unas fiestas patronales (se requería cierto dinero al ayuntamiento por la venta de entradas y no sé qué más rollos).

Lo nuevo

Lo curioso viene ahora. En la noticia que puse al inicio se puede leer el siguiente titular:

«Victoriano del Río promueve una plaza de toros en Miranda de Ebro».

No puedo describir la reacción que he tenido. Ha sido una mezcla de «otra vez no», de salir corriendo a avisar a todos los mirandeses, de enfadarme aún más con el gran empresario, de revivir todo lo pasado… no sé, demasiadas sensaciones desagradables por milésima de segundo.

Posteriormente, tras leer los comentarios de la noticia, he podido comprobar que mis sensaciones eran compartidas por todos los arandinos. Las mismas diría yo. Incluso en ellas se puede ver el cariño que le tenemos todos.

Conclusión

No puedo entender cómo un empresario como este, que ha demostrado que sólo se guía por el dinero, el interés de conseguir lo que quiere al precio que sea, de quedar mal delante de más de 32.500 personas, de conseguir crear una Plataforma Ciudadana por la Plaza de Toros de Aranda de Duero, de dejar un coso ilegal y sin permisos finales como un muerto a todos los arandinos, de no cumplir… tiene la vergüenza de aparecer unos kilómetros más arriba de la provincia para intentar repetir la misma hazaña.

Espero que esta vez los mirandeses se den cuenta de la situación y no se vuelva a repetir lo que pasó aquí. Que ojalá consigan una plaza de toros con todo lo prometido y con un convenio ayuntamiento-empresario bien atado para que no haya problemas. Tengo la esperanza de que alguien enseñe a este empresario lo que es cumplir promesas, cumplir convenios, cumplir la ley… que creo que esa lección no la aprendió en su día.

Cuando una asignatura te supera

Me encuentro a unas horas antes del examen de Control Digital, una asignatura optativa de quinto de I.T.S. Informática que he cursado este año. Creo que es el momento más deprimente de toda mi vida, incluso más que cuando salí de mi primer examen de Cálculo a la media hora de entrar, con el examen en la mano y una pregunta a medio hacer.

Cuando pedí consejo sobre la asignatura a gente que ya había cursado el segundo ciclo, ninguno supo decirme si la asignatura era recomendable o no recomendable. Ahora entiendo el porqué: a nadie se le había ocurrido cogerla. Y lo entiendo, sobre todo si vienes de I.T. Informática de Gestión, donde has visto mucha economía y gestión de empresas y poca electrónica digital.

Durante el curso me sorprendía ver tanta ecuación, tanta integral, tanta transformada (aquí detallar que en las matemáticas I, II y III cursadas anteriormente, nunca vimos transformadas, por lo que era un concepto nuevo que sigo sin comprender), tantos conceptos nuevos y raros, etc. Yo, como hombre que nunca se rinde, seguí con ella: fui a todas las clases que podía, realicé todas las prácticas de laboratorio, presenté todas las memorias de las prácticas… vamos, que currada estaba la asignatura. Incluso creía que la llegaba a entender, todos esos conceptos extraños.

Pero la hora de la verdad ha llegado. Después de currármela, estudiarla y repasarla durante todo el curso, ahora a unas horas antes del examen, sigo con el repaso final. Y sigo con él porque de los tres exámenes ejemplo que nos dejó el profesor, a ninguno llego a cinco puntos mínimos exigidos con mis respuestas. Simplemente, no sé qué me está preguntando, no sé qué responder a las preguntas, no sé nada.

Ahora creo que esta asignatura no es lo que yo creía que iba a a ser, no es lo que esperaba, no cumplió con mis expectativas… vamos, que según mi humilde opinión es difícil, fea e incomprensible. Al menos para mis conocimientos previos en la materia.

Me presentaré por eso de «a ver si aparece la Virgen» y porque creo que rendirse es de cobardes, y los cobardes no tienen sitio en este planeta (ese consejo me lo dio mi madre en un momento difícil y siempre que le aplico, me va bien). Pero, sinceramente, no creo que apruebe, que llegue a los puntos mínimos exigidos.

La buena noticia: es optativa, por lo que entra dentro del grupo de las abandonables, lo cual quiere decir que al año que viene podría matricularme de otra asignatura optativa distinta sin problema alguno. Y esta vez sí que sólo cogeré aquellas asignaturas que me recomienden, aquellas que previamente otras personas marcaron como recomendables en su lista de preferencias, que aquellas que previamente me recomendaron, fueron buena elección.

Un viaje complicado y gente muy generosa

Hoy me encontraba en Valladolid preparado para salir para mi ciudad natal, Aranda de Duero (Burgos), ya que tenía que recoger varias cosas que tenía pendientes desde navidades, pero recibo una llamada al mediodía de mi padre: «mira a ver que aquí en Aranda esto se está poniendo malísimo, está cayendo una nevada de las que no se veían en años«. El caso es que en Valladolid, ni un copo. Quizás eso fue lo que me animó.

Me informé a través de la DGT y vi que las carreteras estaban en alerta naranja (circulación regular). Lo que no leí fue que dicha «circulación regular» es una en la que te patina el coche, has de llevar cadenas (con el consiguiente problema de saber ponerlas), vas máximo a 60 km/h, hay camiones y coches cruzados en la carretera y tirados en los arcenes, y tardas más de tres horas en un viaje que se hace en una hora. Eso me pasa por no dar al tan valioso enlace [+ ver más].

Salí a eso de las siete de la tarde de Valladolid por la carretera VA-140 (la que va a Renedo de Esgueva). Todo empieza bien, algún pequeño resbalón sin problemas, pero después de 30 km todo se pone horroroso. Es cuando empieza a haber gran nieve, problemas al circular, camiones cruzados… todo eso que dije antes. Ya no sabía si seguir (me quedaban 70 km) o dar la vuelta, pero veía más difícil encontrar un sitio para dar la vuelta y regresar que seguir. Así que seguí y seguí hasta Castrillo de Don Juan que paré al quedarme solo en la carretera y estar todo más horrible aún, sin saber lo que me iba a encontrar en la CL-619.

Allí hablo con los vecinos que me ayudan a poner las cadenas al coche, ya que yo no tenía ni papa de cómo ponerlas. Lo que me pareció más curioso es que, sin conocerme de nada, me invitaron a quedarme en sus casas para pasar allí la noche, ya que tenían una cama de sobra que dejarme. Ahí descubrí que en los pueblos se sigue manteniendo esa tradición de ayudar al prójimo ante situaciones extremas. Y da gusto.

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Resumiendo, sobre las 22:20 y ya con cadenas en el coche (es la mejor maravilla que han inventado, ni se resbala, sube las cuestas genial y se puede frenar en condiciones) llegué a Aranda de Duero, el origen de la nevada según pude comprobar. Y aquí estoy, cogiendo calor en casita y escribiendo esta entrada, quizás para recordarme en futuras ocasiones que cuando nieve en condiciones, no cojas el coche si no es de extrema urgencia.