Un fin de semana movidito

A pesar del momento de cabreo que tengo ahora (y el que tuve el sábado por la mañana), he pasado un fin de semana genial.

Estoy cabreado porque la profesora de Bases de Datos, Mercedes, nos puso una fecha de entrega para una revisión (19 de noviembre) y posteriormente la cambió sin aviso al 11 de noviembre a las 23:55 horas (es decir, hace unos minutos que deberíamos haberla entregado). Mañana veo que se monta en clase. Ojalá se monte.

Otro de los cabreos es con la Junta de Castilla y León de Aranda de Duero. Fui a entregar la beca de la Junta este sábado por la mañana (como hacía otros años atrás) y, además de no haberme enterado del traslado de las instalaciones, habían modificado el horario de atención al público siendo de lunes a viernes de 9 a 14 horas. ¿Por qué trabajan sólo 25 horas a la semana cuando se deberían trabajar de 35 a 40 horas? ¿Por qué yo tenía que trabajar más de 40 horas a la semana y ellos no? Cada vez estoy más seguro que los funcionarios son más vagos que la chaqueta de un guardia (de los de la Policía Local de Aranda, que los de aquí sabemos por qué, jeje).

Aparte de esto, el resto fue genial. El sábado estuve en el SIMO y estuve viendo todas las movidas que habían puesto este año. Es la primera vez que voy al SIMO (me pilló por sorpresa, ya que fui con mis tíos que me avisaron el viernes por la noche) y a pesar de que me dijeron que no estaba muy allá, me gustó. Había mogollón de portátiles, fijos, servidores, televisiones, impresoras, videoconsolas, móviles… y todo conectado a Internet. También estuve trasteando con un iPhone que tenían de muestra y me enamoré de él. Reconocía bastante bien todas las pulsaciones que daba (a los aparatos les suele costar reconocerme, tengo un problema con ellos) y va bastante ágil como a mí me gustan. Me resultó curioso que hubiera tantos stands sobre seguridad en los hogares y vigilancia en las empresas, donde proponían muchas ideas innovadoras, como fichar con la huella digital o cerraduras también con huella digital. Para finalizar el día, una cena entre familia y unos amigos de mi madre en la que nos relajamos hasta las 2 de la mañana.

Otra de las cosas que he hecho ha sido ir al cine a ver la película de «El orfanato» este domingo por la tarde. Quiero recomendar esta película a todo el mundo, ya que está genial. Belén Rueda actúa de maravilla y el niño, a pesar de ser pequeño, también. No es una película de miedo, como se puede suponer viendo los anuncios de la televisión, sino una película de misterio (y con algunas pocas escenas bastante asquerosas, jeje) donde la historia te hace seguir la trama en todo momento y donde el final deja un sabor agradable de boca. Remueve mucho los sentimientos interiores (por lo menos a mí) ya que lo que se cuenta da mucha penita. Espero que podáis verla en el cine, o sino a través de una descarga de las llamadas ilegales, alquilada en un video-club o cuando salga en DVD u otro medio.

También ha habido otras muchas más cosas, pero esas son rutinas típicas de cada fin de semana que hacen que me sienta bien y que me guste venir para casa.